La sonrisa etrusca

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José Luis Sampedro

José Luis Sampedro ha recibido la Medalla de la Orden de las Artes y las Letras de España. A lo largo de sus 94 años, Sampedro ha sido capaz de ser un reconocido novelista, además de economista y ejercer como catedrático de estructura económica en la Complutense. Ha descollado en sus dos ocupaciones.

Sin embargo, y sin quitarle mérito en ninguna de ellas, me permito pensar en una tercera mucho más importante y de excelentes resultados también, ser una buena persona. Si la memoria no me falla, le conocí a través de la única televisión que se veía en esos años en alguna de las calurosas y largas tardes de domingo. Me impactó su dulzura, compatibilizada de manera magistral con la vehemencia con que defendía sus opiniones.

Dulzura que tiene su máximo exponente, tal vez, en La sonrisa etrusca, en la historia de ese viejo que se mueve entre la rabia con lo que le ha tocado vivir en sus últimos años y el descubrimiento enternecedor de su nieto. Vehemencia con la que criticaba de manera feroz tantas y tantas supuestas verdades que, en última instancia, son tan solo la cobertura ideológica con la que justificamos un sistema injusto y lo convertimos en inevitable.

Un reconocimiento merecido a este hombre de sonrisa maravillosa.