Ninguna de ellas es libre

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Azafatas
01-03-2011

Air Nostrum obliga a sus azafatas a llevar faldas cinco centímetros por encima de la rodilla,  prohibiéndoles durante su jornada laboral el uso de pantalones.

Air Nostrum se defiende diciendo que esa medida afecta solo a las azafatas, que las mujeres que desempeñan otro tipo de trabajos para la compañía no experimentan tal obligación.

Más claro imposible. A diferencia de la mujer ingeniero, contable o limpiadora, la azafata forma parte de la decoración del avión durante el viaje. No es igual que nos atienda amablemente una persona, sin más, a que una joven guapa y con falda cinco centímetros por encima de la rodilla se interese por nuestro bienestar mientras sufrimos el estrés del vuelo.

El burka, el chador, el niqab, coartan la libertad de la mujer, reservando su contemplación a su propietario y ocultándola de las miradas de otros hombres. Air Nostrum las exhibe como parte de su atención al viajero. Al final, ninguna de ellas es libre.