Mónica dijo NO. El error de Iglesias

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Mónica García - Candidata de Más Madrid
16-03-2021

El golpe de efecto de Pablo Iglesias ha tenido respuesta por parte de Mónica García. Una respuesta tremendamente inteligente, tendiendo en cuenta que la oferta realizada por el líder de Unidas Podemos situaba a Más Madrid frente a una alternativa endiablada: o acepta el abrazo del oso y se arriesga a ser engullida por Unidas Podemos bajo el hiperliderazgo de Iglesias o se expone a ser considerada como responsable del fracaso si no se consigue evitar el gobierno de Ayuso.

Sin embargo, Pablo Iglesias, en su afán de provocar un auténtico golpe de efecto comete un error fundamental: no hace una oferta formal. No hay una propuesta oficial de Unidas Podemos como organización, se trata tan solo del deseo, expresado públicamente, de alguien que será candidato después de unas primarias.

Ese error ha servido para que Más Madrid se haya zafado de la presión de manera rápida, sencilla y elegante: ante una oferta pública pero informal de Pablo Iglesias, una respuesta pública e informal de Mónica García.

No es Más Madrid quien rechaza una oferta, que nunca ha existido oficialmente, de Unidas Podemos. Es Mónica la que le dice no a Pablo.

Y el no de Mónica es sencillamente exquisito.

Madrid no es una serie de Netflix. Con esa sencilla frase, encajada después de haber esbozado sus diez años de lucha, desde la Marea Blanca hasta hoy, Mónica tacha de frívolo y efectista el comportamiento de Pablo.

Si ayer comentaba que Pablo se había apoderado de la agenda con un golpe de efecto, Mónica convierte esa jugada efecto en una mera ocurrencia, a la altura de cualquier giro argumental de cualquier serie de moda.

La especial querencia de Pablo por Juego de Tronos (recordemos que le regaló los vídeos a Felipe VI y que llegó a escribir Ganar o morir. Lecciones políticas en Juego de tronos) convierten esta referencia de Mónica en una demoledora carga de profundidad.

Mónica, en ese ejercicio inicial de recordar los hitos que han ido jalonando su trayectoria política, contrapone su propia biografía con el relato que hace Pablo de los logros de un gobierno compartido del que él tan solo forma parte. Su alegato lleva implícita la comparación entre una obrera de la política del día a día a pie de calle con un dirigente que ahora, por conveniencia, trata de aterrizar en Madrid.

Especialmente duro es el fragmento en el que habla del hartazgo de las mujeres por tener que realizar el trabajo sucio para que luego en los momentos históricos se les pida que se aparten.

La inflexión de su voz al pronuncia momentos históricos es simplemente brillante. Con ese sencillo recurso despoja a la intervención de Pablo de toda la solemnidad y trascendencia con la que pretendía justificar su decisión. Viene a decirle que se deje de frases grandilocuentes y que arrime el hombro para echar a Ayuso.

Mónica vuelve a golpear, acusando directamente a Pablo de responder a la irresponsabilidad de Ayuso con frivolidad, espectáculo y testosterona.

La candidata de Más Madrid coloca al líder de Unidas Podemos entre los de “arriba” mientras ella sigue formando parte de los de “abajo”. Le reprocha su carácter mesiánico al rechazar su intento de tutela y remata utilizando su condición de mujer, frente a un Iglesias que ha sido acusado, de manera repetida, de ciertos tics de macho alfa.

En resumen, Más Madrid se ha zafado de la opa hostil de Unidas Podemos y, al tiempo, ha puesto los focos en su candidata y ese es el segundo e importante error de Pablo Iglesias: ha conseguido lanzar desde el punto de vista mediático a una candidata rival de mucha menor talla política, concediéndole la oportunidad de medirse de igual a igual con el que se supone que es/era el candidato estrella.

Insisto en esa consideración, me parece mucho más importante la posición que gana Mónica, que mejora su notoriedad y su valoración, que el deterioro que le causa a Pablo. Más Madrid tiene el reto no de impedir que se vote a Unidas Podemos, sino de movilizar su nicho de electoral y no pasar por sectarios y Pablo le ha servido la ocasión en bandeja.