Cuatro horas

Imagen
Cuatro horas de "pausa humanitaria"
09-11-2023

Leo que EEUU anuncia que Israel implementará pausas diarias de cuatro horas en el norte de Gaza. Leo que no habrá operaciones militares durante esas horas y leo, en algunos medios, que se trata de pausas humanitarias.

Imagina que estás 20 horas soportando un bombardeo, temiendo que el hospital o la escuela escuela en que te has refugiado, o tu casa, si no has sido tan afortunado, pueda derrumbarse sobre ti.

Imagina que estás temiendo 20 horas por tu familia, pensando que en cualquier momento tus hijos, tu pareja o tú mismo, pueden ser abatidos por un disparo de fusil en su búsqueda diaria de agua, alimentos o medicinas.

Imagina, ahora, esas cuatro horas que acaba de conceder Israel de pausa humanitaria. Esas cuatro horas que tienes para salir corriendo sin un destino claro, sin ningún sistema de evacuación organizado, sin tener la certeza de que no te atacarán por el camino, como ya ha sucedido, y que en ese otro lugar no caerán las bombas ni dispararán los soldados.

Para. No lo sigas intentando. Es completamente imposible imaginar el miedo profundo, el terror y el sufrimiento de estar viviendo esas veinte horas de ataques.

No lo intentes, porque es imposible imaginar la sensación de no saber qué hacer para utilizar esas cuatro horas de pausa humanitaria, la indecisión sobre cómo aprovecharla, si yendo a buscar comida o tratando de huir de Gaza.

Sí. Es imposible imaginar ese sufrimiento, pero quizás sea más difícil todavía tratar de imaginar de qué están hechos los corazones de quienes consideran un éxito el detener la barbarie cuatro horas de cada veinticuatro, porque algo de corazón les quedará en comparación con los que han decidido que las vidas gazatíes no tienen valor.

Reconozco que me indigné al enterarme de estas pausas humanitarias. Me pareció una burla sangrante llamarle así a un simple paréntesis dentro del horror que se está produciendo en Gaza.

Reconozco que me equivoqué y ahora agradezco la sinceridad de que las hallan llamado así. Al fin y al cabo, reconocen que el resto del día, las otras veinte horas, se están comportando de manera inhumana.